Todos creíamos que después del vitel toné, la sidra y los fuegos artificiales íbamos a tener un poco más de paz. Aunque sea en Enero. Playa, fútbol de verano, algún quilombito entre vedettes, pero nada más que eso. Grave error: el gobierno nos sigue dando de comer.
Lo irónico, artístico y hasta gracioso de la situación es que todo parece una conspiración. Conspiración por acá, por allá, más allá también y un poco acá a la vuelta creo que también hay. ¿Quién no quiere generar ingobernabilidad e inestabilidad hoy en día? Es el deporte nacional por excelencia.
En esa bolsa conspirativa entran todos. El Vicepresidente Cobos, Clarín, el Poder Judicial –devenido en partido político-, Martín Redrado, toda la oposición, los capitales extranjeros, el establishment, los bancos depredadores. Incluso el portero del Congreso está entongado.
Encima tienen hasta capitanes que saben cómo coordinar todos los ataques. Cobos y Héctor Magnetto –CEO de Clarín- mueven todos los hilos. Y todos los escuchan y hacen caso.
Hasta ahí el discurso oficial. Paremos la pelota y pensemos en frío.
Dato uno: todo es política. Desde instituciones –Poder Judicial, Congreso Nacional- hasta empresas privadas –Clarín- y (ex)funcionarios –Cobos y Redrado- todos tienen interés en derribar al Gobierno y hacer “política”. Partidos políticos para todos. Justo cuando la reforma política quería limitarlos.
Dato dos: el mundo K mantiene la misma estrategia de confrontación constante. No hay una lectura del 28-J. No hay llamado al consenso, no hay mecanismos de consultas.
Personalmente creo que es la única manera que entienden y manejan a la hora de construir legitimidad. No es nuevo que toda medida adoptada sea rechazada por la mayoría de la población (no es exageración, acá lo dice). Hay que aprender después de chocarse contra
¿Y hacia dónde vamos? Se sigue discutiendo quién debe ser el Presidente del BCRA, se hacen denuncias penales, la oposición no se pone de acuerdo en la estrategia y el oficialismo sigue amenazando con el poder fáctico. El formal es tema de otro post.
¿O sea que vamos hacia ningún lado? Para la costa no vamos. Acá en Buenos Aires es un verano entretenido. Si todos los días hay noticias que nos dan de comer. Mirá que ni siquiera sé cuál de las vedettes se peleó con cuál de los novios de la otra que fue su mejor amiga y ahora compiten por la cartelera más grande del mundo.
¿O ese es el mundillo político argentino actual? “Bizco, nos cascotean el rancho. Hay que salvar el proyecto nacional y popular. ¡Quieren tomar el poder!”. “Esperame, voy a 6,7,8 e intento salvar algo de todo atacando a medio mundo”.
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