16 febrero 2010

Instituciones: The Comeback!

Tenemos un nuevo escenario político. Doña Rosa, ya no puede andar refunfuñando por los rincones diciendo que este gobierno arrasa con todo. El panorama parece que está cambiando. No es perfecto –nunca lo es- pero hay una nueva orientación.


Lo nuevo: la política argentina vuelve a tener ese cimiento sobre el cual debe construirse y administrarse. Son las instituciones, esas normas y reglas –no son sólo edificios- sobre las que se debe canalizar y ejercer el poder político.

Pero escrito de esa manera mucho no se entiende. Mejor vayamos a algunos ejemplos de este retorno. Son más gráficos y explícitos.


La batalla por el Congreso se ha convertido el alma máter de este retorno. La primer disputa fue la definición de las autoridades de las comisiones el pasado mes de Diciembre. Primera derrota kirchnerista post 28-J.


Para el Senado hay que esperar unos días más, pero se avecina una tormenta similar. El Gobierno Nacional no pudo torcer las voluntades de los senadores más díscolos y se ha desvanecido –momentáneamente aunque sea- la idea de una Cámara Alta favorable a los intereses oficialistas. Si llegara a concretarse el control opositor de las principales comisiones y la totalidad del recinto, el kirchnerismo se verá forzado a negociar y tendrá muchas dificultades para detener las propuestas opositoras.


Un tercer poder también ha recobrado protagonismo recientemente: el Judicial. El Reservas-Redrado-gate puso sobre el tapete la importancia que cumplen los jueces en el balance entre poderes en un Estado moderno y eficiente. El DNU presidencial que establecía el pago de una porción de la deuda con reservas del BCRA no podía salir sin tratamiento parlamentario. El Poder Judicial lo frenó. El Gobierno Nacional protestó. La oposición política festejó.


¿Por qué entonces cambia el panorama? Podemos ver el funcionamiento institucional como un juego con actores racionales con capacidad veto. Castellano por favor, Leviatán.


Con esto quiero decir que cada actor en el juego político tiene sus propios intereses individuales. Como la mayoría de esos actores ahora busca imponer ciertos límites al oficialismo –y tienen con qué- el poder no está tan concentrado. Hay un mayor balance.


Y ese balance incomoda al kirchnerismo. Por eso, estos actores conspiran. Carlos Verna –Senador por La Pampa- puede convertirse en traidor. Julio Cesar ya lo es. Y el “Partido Judicial” también.


La oposición contenta. Ella sí se siente cómoda con las instituciones y el balance de poder que ayudan a construir. Este retorno implica, entonces, volver a encontrar ciertos límites a un estilo particular de gobernar. Esto viene de la mano de una mayor capacidad e intención de negociar. Resumiendo, lograr acuerdos.


Las instituciones volvieron. ¿Para quedarse? Dependerá de los dos personajes de esta historia. Tranquila Doña Rosa. Sí, se puede. Sí, está cambiando.

4 comentarios:

  1. Muy bien, pero usted piensa que este cambio ya es el comienzo de la reforma política/cultural/espiritual que necesita la clase de dirigentes argentinos?

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  2. Buen blog, lástima que seas hincha de Racing (je..je..je..). Saludos de Votos Ponderados

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  3. Yo creo que depende mucho de la voluntad dirigencial. Es decir, hay partidos políticos que pregonan y defienden la institucionalidad, pero al momento de estar en el gobierno lo dejan de lado y recurren nuevamente a los artiulugios cotidianos.
    En definitiva, parece que se reduce a un tema de nombres y personas. Por ahí Linz tenía razón, como suele decir una conocida politóloga. El Presidencialismo fomenta la personalización y la refuerza.

    Las instituciones le sirven a la oposición cuando pierde espacios de poder. Ahora habrá que ver si le sirven también cuando sea gobierno.

    Leviatán espera no desilucionarse tan rápido.

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  4. Facundo interesante lo que posteas, igual hay un punto que estaria bueno profundizar porque me hace ruido y seguramente a vos tambien, aunque aqui no lo hayas analizado en profundidad y es: "La oposición contenta. Ella sí se siente cómoda con las instituciones y el balance de poder que ayudan a construir" Esta frase a mi me genera ruido y estaria bueno volverla mas compleja porque bien sabes que hay oposiciones y no todas juegan "formalmente" a la politica, muchos se sienten mas comodos "informalmente" y por lo tanto son mas Hard que institucionalistas. Saludos, te dejo mi blog.

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