Publicado en La Política Platense el 24 de Febrero de 2010.
El título de la reconocida obra de José Ortega y Gasset viene como anillo al dedo. Las masas no son huestes de obreros industriales deseosos de más socialismo en el país. Tampoco son hordas de arrendatarios hastiados de retenciones gubernamentales que reducen a la mitad sus ingresos.
Nada de todo lo anterior. La actual rebelión es peronista, bonaerense y dirigencial. Eso también quita el sueño –y mucho- a más de un dirigente político de la Provincia de Buenos Aires. Tiene nombre y apellido: Pablo Bruera.
El actual Intendente de
Mal no les está yendo, parece. Por eso se habla de rebelión interna: sino serían simples ilusiones. El mundo K lo veía venir: era el presagio de los resultados electorales del 28-J. La realidad es que este nuevo frente se articula en torno a dos ejes centrales que le han permitido sumar algunas voluntades en
Primero, una crítica acérrima contra el estilo de gobierno y la lógica de confrontación que ha caracterizado al oficialismo nacional desde su arribo al poder en 2003. Claro que hasta 2009 no había mayores protestas porque las victorias electorales se sucedían. Ahora, con la primer derrota –aunque haya sido legislativa-, la disputa interna se hizo inevitable. Lógica política básica.
Segundo, el recelo que sienten estos dirigentes hacia el kirchnerismo por el hecho de que solamente son convocados y consultados durante los períodos electorales. Lo que cuestionan es el hecho de que, cada vez que el oficialismo necesita maquinaria electoral de apoyo, recurren a ellos. Cuando pasa la tormenta electoral, no hay consulta alguna en cuanto a gestión de gobierno en la arena bonaerense.
Un punto no menor y que identifica a los seguidores de Bruera es la idea de renovación. La mayoría de los dirigentes cubren la franja etaria de los
Ya lo mencioné: la rebelión también es bonaerense. Es harto sabido que el Peronismo tiene su fuente electoral en la Provincia de Buenos Aires, en general, y en el conurbano bonaerense, en particular. Es la presa que todo partido político desea controlar y el Peronismo lo ejerce. Sin embargo, un PJ dividido puede dispersar los votos en varios candidatos –sean presidenciales, a Gobernador o legislativos-. No va a ser un Apocalipsis inevitable, pero un susto se pueden llevar.
¿Le falta algo a esta rebelión de Bruera? La pata sindical. Si Bruera desea profundizar su corriente, lograr mayor apoyo en el aparato partidario y contar con una base de sustento político sólida, necesita a los sindicatos. Hasta ahora no se perciben muchos movimientos en este sentido, pero no debe dejarlos de lado.
Hugo Moyano o Luis Barrionuevo: a alguno de los dos va a tener que recurrir. El Justicialismo sin sindicalismo no es Peronismo.
Tampoco deberá descartar una posible mancomunión con los legisladores bonaerenses rebeldes, encabezados por el titular de
El desafío está planteado entonces. Los jugadores bonaerenses parece que van tomando sus posiciones. Todos siempre tienen en vista el 2011 como si fuera el fin de una era. Tiempo prudencial para un cambio de mando en el Peronismo. Así lo ven estos rebeldes.
Sin embargo, para que el grito de rebelión no sean simples alaridos aislados, Bruera y los suyos deberán tener en cuenta las alianzas sindicales y políticas enunciadas más arriba. Sino, adios a la renovación, a la corriente interna y a
24 de Febrero de 2010
Pues efectivamente, Bruera y Maza son los dos intendentes que más diferencia obtuveron respecto de Kirchner. Yo hice mi debut bloggero con un artículo vincualdo a esos resultados. [http://votosponderados.blogspot.com/2009/07/t-k-garon-aqui-estan-estos-son-los.html]
ResponderEliminarLa diferencia de votos que fueron a parar a bruera y no fueron a Kirchner fue de 44,427 votos y en Tigre fue de 26,980. En la elección de 2009 Bruera obtuvo 34.71% de votos contra 21.28% de NK. Algo similar a lo que pasó en Tigre, 53% para Maza y 39% para NK.
Buen análisis Leviatan!
Tu análisis es realmente muy bueno. Y me informa sobre algo que deje escapar en mi visión de las últimas semanas. No tengo nada que objetarle.
ResponderEliminarLo que me deja pensando es el hecho de que el previsionar sobre politica o el pensar política a futuro nos lleve por un camino peronista siempre o casi siempre. No lo digo por este post,s ino hablo en general. Parece ser la única manera de entender a la política que se tiene, desde el peronismo; desde lo que pueda pasar, desde quien controla el "aparato", desde la medición de fuerzas, etc. El peronismo, muta, se transforma, se divide y se enfrenta. Pero siempre está. Defendiendo la figura de si mismo como experiencia histórica sin representar una ideología definida ni un modelo de país claro.
Espero ver alguna vez en mi vida un país donde todos los caminos no conduzcan a una unidad básica, sino más bien que lleven a opciones múltiples.
Por supuesto, se que esto se corresponde más con un debate más amplio. Pero el muy buen análisis que hiciste me sirvió de disparador para irme por las ramas, jejejej.
Un abrazo
Leandro Mora Alfonsín