02 septiembre 2020

Una amiga, politóloga

Es la primera vez que me toca hacer esto. Creo que nunca te podés preparar para semejante noticia. Menos para que, quienes cada tanto escribimos algo para compartir, tengamos que hacerlo con una triste. Hoy, miércoles 2 de septiembre al mediodía, falleció Paola De Simone. Profesora mía hace varios años, colega y compañera de trabajo hoy pero, sobre todo, una amiga.

Cuando algo así pasa uno se pone a pensar en todo. A mí me pasó que no puedo todavía creer que el contacto cruzado con ella hace pocos días fue que seguía tos. Tos. Uno piensa, “bueno, es tos. Pasa”. Esta vez no pasó. A ella se le vino encima esta pandemia y se le mezcló con otras complicaciones. Este virus no mide. Ni con ella, ni con nadie.

También pasa, cuando algo así pasa, que uno recrea para atrás todo lo que esa persona significó para en nuestra vida. En nuestra disciplina hay como una tradición para contar todo lo que hizo en términos profesionales. Creo que quienes la conocieron saben bien toda esa historia, no me tienen que leer.

Yo quiero compartir la fortuna que tuve de conocerla personalmente y entonces poder afirmar que cada estudiante que pasó por sus aulas, cada colega que compartió un proyecto con ella, cada compañero que la tuvo en su oficina se llevó consigo su calidad humana. Humana, por sobre todo lo demás.

Paola era politóloga, profesora, maestra, colega, profesional, todo de primera. Podías hablar sobre cualquier tema político que se te ocurriera, desde el municipio más ignoto hasta el conflicto internacional más peligroso. Podía con todo. Pero primero que todo era persona.

El “no” no era algo usual en ella, siempre había algún re-truco. Hace poco me tocó compartir una actividad virtual con ella. En el medio, ese maldito Internet que se te traba en cuarentena la hizo cambiar de lugar de la casa, pasando por cuanta situación cotidiana se imaginen en el medio. Eso fue con una sonrisa. Eso era ella, una sonrisa siempre, frente a cualquier desafío o dificultad.

Esta vez me toca demasiado cerca algo que por ahora era solo un número, una noticia, un título, una crónica. A mí y a todos los que la conocimos, los que hablamos, los que la escuchamos, los que compartimos con ella. Para todos nosotros, Paola no es un número más en esto. Hasta el mismo día de ayer estuvo dando clase con tos. Si, con tos. No pasó.

Ella siempre podía con todo. Siempre con una sonrisa. Siempre con un re-truco. Siempre con más. Esta vez no pudo. Te vamos a extrañar, Pao. Mucho. Adiós, amiga politóloga. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario