13 abril 2010

Cuba al borde de la Revolución

Luego de 10 días de merecido descanso, me dispuse finalmente a ver que pasa en el país. Para mi sorpresa (o no), no pasa nada. En realidad, pasa lo mismo de siempre. Lo mismo de hace 10 días. Y al igual que un colega hace unas semanas, Leviatán no encuentra mucha motivación para debatir sobre la (anti) política nacional.


Salvo que revierta, las próximas notas serán sobre Latinoamérica y, tal vez, Europa. Espero no defraudar.


Esta vez, un tema espinoso: Cuba. El Gran Caimán del Caribe volvió a estar en boca de todos desde el fallecimiento de un disidente cubano en huelga de hambre. Y al igual que todo lo que pasa en la isla, automáticamente se lo vinculó a las posibilidades o no de una apertura del régimen comunista y la tan deseada transición democrática en la espina del “patio trasero”.


Es el eterno debate de nunca acabar. Toneladas de papel y tinta han sido volcadas con las percepciones de numerosos futurólogos que vaticinaban el final de uno de los pocos reductos que quedaron de la Guerra Fría. Siempre son dos los misiles lanzados contra el régimen comunista.


Primero, el político, con sus principales aristas: la ausencia completa de competencia política, la lesión de libertades y derechos civiles, el encarcelamiento de opositores y las persecuciones a disidentes.


Segundo, el económico. Bajo nivel de desarrollo y alto de pobreza, falta de inversión en infraestructura civil básica (rutas, edificios, viviendas, electricidad, agua potable), poco crecimiento económico y escasos recursos a disposición de la población son algunos rasgos de una economía tan cerrada como el sistema político.


El tema es que Cuba siempre ha sido así. Salvo los primeros años esperanzadores de la Revolución, la caída de la URSS y la ausencia de un modelo de crecimiento que le permitiera romper los lazos de dependencia del azúcar, impidieron a la isla dar el salto de calidad y pasar a la autosuficiencia económica.


Sigue dependiendo de la asistencia externa, ya sea por nostalgia o por verdadero rédito económico. Con Venezuela a la cabeza, principal proveedora de combustible (por ahora), un pequeño grupo de países (Nicaragua, China, México a regañadientes) se encarga de mantener el comercio mínimo que le permite al régimen mantenerse. También por ahora.


Pero ese “por ahora” no es inmediato. Creo que es la conjunción de dos factores es lo que puede llegar a debilitar seriamente al régimen.


Por un lado, un nuevo “período especial”, similar al de la década del ’90, que obligue a las autoridades cubanas a limitar drásticamente el consumo de artículos de primera necesidad y lleve a los ciudadanos a ajustarse más los cinturones. Por el otro, el consecuente aumento del descontento popular que incluya movilizaciones, desbordes sociales y fuertes protestas en las ciudades, sin dejar más remedio que la represión y el encarcelamiento.


El principal peligro para el comunismo cubano es, entonces, una reedición de la Primavera de Praga o un levantamiento civil al mejor estilo “Europa del Este de fines de los ‘80”. Pero acá también hay que tomar todo con pinzas. Es política, no futurismo.


La mejor solución sería una transición tranquila, pactada y sin sobresaltos. En esta dirección se podría dar libertad a los opositores, abrir la competencia política y llamar a elecciones, municipales primero y luego nacionales. Ningún cataclismo que hiciera colapsar al sistema político puede ser bueno para la isla.


Primero porque son los mismos dirigentes comunistas los que tienen el know-how de la praxis gubernamental y los que lo han mantenido en secreto durante los últimos 50 años. Segundo porque todos los disidentes y opositores están presos, perseguidos, ocultos o, simplemente, no han tenido experiencia gubernamental alguna en los últimos 50 años. Y tercero porque esos disidentes que pueden presentar alternativas de gobierno deben acordar, construir y elaborar un proyecto en conjunto. Sino, bienvenido el caos.


Una Revolución que no ha terminado todavía (según dicen los propios comunistas) ha dado pie a que se empiece a germinar otra en su interior. Hasta el momento el régimen comunista ha podido aplacarla, pero la reciente crisis económica ha sembrado el leve temor de que ocurra lo mismo que en los ’90, cuando Cuba perdió a su padre mentor. Sólo algún que otro hermano menor le ha dado una mano, pero parece que no alcanza.

9 comentarios:

  1. Entonces, ¿quién era Zapata Tamayo? La respuesta es bien simple: era un preso común con una frondosa carrera delictiva. Procesado por “violación de domicilio” (1993), “lesiones menos graves” (2000), “estafa” (2000), “lesiones y tenencia de arma blanca” (2000) entre otras causas que, como puede observarse, nada tienen que ver con la protesta política y sí con delitos comunes. La justicia cubana le concedió la libertad bajo fianza el 9 de marzo de 2003, pero pocos días después reincidía en sus delitos. Fue detenido y condenado a tres años de prisión. Pero, en esta ocasión, su sentencia se fue extendiendo a causa de su agresiva conducta en la cárcel. Allí se produce su milagrosa metamorfosis: el maleante repetidamente encarcelado por la comisión de numerosos delitos comunes se convierte en un ardiente ciudadano que decide consagrar su vida a la promoción de la “libertad” y la “democracia” en Cuba. Astutamente reclutado por sectores de la “disidencia política” cubana, siempre deseosa de contar con un mártir en sus magras filas, se lo impulsó irresponsablemente y con total desprecio de su persona a llevar a cabo una huelga de hambre hasta el final, a cambio de quién sabe cuáles promesas o contrapartidas de todo tipo, que seguramente el paso del tiempo no tardará en aclarar.

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  2. Iván, muy sinceramente te pido que me pases información sobre ese hombre, porque no encuentré en Internet mucha más información que la que da el Granma y páginas similares y/o derivadas. Me refiero a si tenés otro tipo de fuentes...

    Facu... ¿y Fidel? ¿No te parece un factor básico para la continuidad del régimen?

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  3. Iván, creo que el debate en Cuba pasa transita más allá de lo que ocurre con los disidentes en las cárceles o su vida pasada. Pasa por las características del sistema política y el nivel de desarrollo económico que alcanza la isla, y en qué medida puede eso influir en las próximas décadas. Sobre considerando que Cuba tal vez no esté lista para sobrevivir otra crisis económica sin ayuda externa. De ahí que el puntapie sea el fallecimiento de Zapata. El resto es discusión básica.

    Sofía, creo que el tema Fidel ha sido el año el tema del año pasado. Que iba a ocurrir con el traspaso del mando y como iban a reaccionar los cuadros del partido y de los diversos niveles gubernamentales. Parece que ha transcurrido con normalidad y, además, hay que recordar que Raúl es continuador del proceso sólo que tiene sus diferencias con Fidel: menos oratorio, cero carisma, otras percepciones sobre la política. Creo que el verdadero problema será cuando Raúl no esté y cuando se desate la guerra interna, salvo que impere la disciplina partidaria. Aunque con tantos veteranos de la Revolución fuera de camino, puede ser un problema para la estabilidad.

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  4. Entiendo y adhiero, Facu, pero está planteado en el post como si fuera cierto, y la verdad, es que no era un disidente. Respecto a tu observación sobre el "bajo nivel de desarrollo y alto de pobreza, falta de inversión en infraestructura civil básica (rutas, edificios, viviendas, electricidad, agua potable), poco crecimiento económico y escasos recursos a disposición de la población", estás obviando olímpicamente el sentir de la gran mayoría del pueblo cubano. La visión de progreso que tenemos en los países capitalistas como el nuestro -el famoso progresismo, como concepto metafísico- ellos no la comparten en lo más mínimo. Priorizan, entre otras cosas, el famoso acápite de "Esta noche 200 millones de niños dormirán en las calles en el mundo. Ninguno es cubano". La verdad es que las ideas se me mezclan y limitan en este espacio. Preferiría que lo charlemos en alguna reunión de PA o fuera de ella. Un abrazo, querido.

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  5. Facu, escribís cada vez mejor y más claro. Me acuerdo de los papeles que me pasabas para que mire, y nada que ver. Bien!
    Tengo dudas.
    Qué quiere decir "Es política, no futurismo."? No entiendo. Es que pienso Futurismo como vanguardia artística.
    Otra cosa, realmente es bueno que la única alternativa política cubana no haya tenido vida política en los últimos 50 años? No hay riesgos de que se implante un modelo vetusto?

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  6. Hola, me llamo Andrea, Soy de Santiago del Estero. Sinceramente me parece q tu análisis hace agua por varios lados, y aunque hayas tenido la intención de ser cuanto menos, Objetivo, creo q eso no se ha logrado. Comparto con Iván en lo que respecta al juzgar un modelo con valores distintos desde una visión claramente capitalista y adaptada a los parámetros del actual sistema mundial, son otras las variables que se deberian tener en cuenta.
    No cabe duda de que el sistema de cuba es "cerrado" económicamente por voluntad del imperialismo estadounidense, del que no pudimos escapar varios paises que se acoplaron a tan injusta medida.
    Por otro lado, por el momento es casi imposible abrir a elecciones sin que se filtren "incentivos" de países vecinos para las líneas opositoras, generando así, como mínimo, la ingobernabilidad de la isla.
    Finalmente, no podemos hacer depender, en nuestro "pronóstico" el futuro de Cuba, solo teniendo en cuenta a sus líderes, puesto que hay que pensar que las personas más jóvenes que vivieron en un sistema capitalista tienen actualmente, cuanto menos, la edad de Fidel. El resto de la población menor de 60 años solo conoce el régimen comunista y se manejan con sus valores. Los sistemas políticos viven mas en las estructuras y tradiciones del pueblo que en la voluntad de sus líderes. Estados Unidos no es capitalista e imperialista por que lo gobierne Obama, lo es porque tiene un pueblo que sustenta esa manera de "hacer y pensar". Tampoco Cuba es comunista por que Fidel o Raúl sean sus líderes. Me disculpo desde ya si fui demasiado dura con mi comentario, pero solamente tenía la intención de aportar con el debate.

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  7. Mara: tenés razón, es futurología. Ahora lo cambio.
    Precisamente, en base a lo que consultas, mi planteo es que lo mejor sería una solución pactada, negociada y en transición, teniendo como actores centrales del proceso tanto a dirigentes comunistas como a disidentes del régimen con sus propuestas alternativas.

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  8. Iván: concuerdo en que el sistema comunista busca o tiene como objetivo central generar nuevos incentivos para el hombre: los incentivos morales. De ahí el "nuevo hombre" que tiene otras preocupaciones, intereses, deseos, aspiraciones.
    Sin embargo, creo que es una de als fallas del proceso en Cuba. Conozco gente que (yo no tuve la fortuna lamentablemente) ha podido ir y comprobado que los cubanos siguen teniendo deseos de poseer "cosas materiales". Esas percepciones no convertirían a nadie en amigo del Imperio.
    Caso concreto: cuando Raúl se hizo cargo del país, automáticamente liberalizó tibiamente la economía y permitió que los cubanos compren electrodomésticos y celulares. Se lanzaron a los locales y consiguieron lo que pudieron. Eso demuestra la preeminencia aún de incentivos materiales por sobre morales.
    En teoría el comunismo funciona, pero se ha quedad en la teoría igualmente. Más allá del aporte humanitario que ha realizado al analizar las problemáticas desde otra perspectiva alternativa.

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  9. Andre: gracias por pasar por Leviatán, me alegra saber que llega a otros pagos del país.
    La economía de espacios me obliga a analizar los temas en pocas líneas, razón por la cual no creo que haga agua por todos lados. Dejé algunas cosas por entendidas, como son las ideas que plantea Iván y que me dediqué a debatir en los comentarios del post.
    Creo que parte de la respuesta la podemos sacar de lo que comenté anteriormente.
    Respecto del proceso electoral, el condicionante es la posibilidad de que Cuba se quede sin "sus hermanos menores" que le den asistencia económica externa. No creo que la sociedad cubana pueda tolerar otro período especial, y ello podría derivar en fuertes enfrentamientos y hechos de violencia. Sobre todo, considerando la menor tolerancia que tiene Raúl para/con estas situaciones.
    Caso concreto: Fidel no creo que hubiera permitido que un disidente cubano en huelga de hambre (sea por las razones que sea) haya tenido tanta relevancia para la prensa internacional. Hubiera actuado proactivamente, impidiendo que trascienda o adelantándose a los hechos. En cambio, Raúl no le dio importancia y de ahí todo este lío. Falta de visión y anticipación política (además de muñeca) podrían ser fatales en situaciones límite.
    Creo que otra "Primavera de Praga" sería poco saludable, para el país, para el Estado y para la sociedad en general.
    De ahí la necesidad de un proceso pactado, negociado y de consenso entre opositores y dirigentes comunistas. Es basta la bibliografía (empezando por el gran O'Donnel) que analiza los procesos de transición a la democracia y que demuestran que puede haber transición sin quiebre.
    Insisto: son escenarios posibles que se plantean ante la posibilidad de que Cuba se quede sola. Y en caso de que no haya salida. Mientras tanto, el régimen se mantendrá tal cual está. Con cubanos felices o no.

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