En estas
breves líneas, comparto la reseña publicada en América Latina Hoy: Revista de Ciencias
Sociales: "Organizaciones de partidos"
(Vol. 62) (ISSN: 1130-2887).
Excelentes contribuciones académicas de un número más que recomendado. Mi
sencillo aporte lo pueden ver abajo (el original acá).
Reseña “La política partidaria en Argentina
¿Hacia la desnacionalización del sistema de partidos?” de Juan Manuel Abal
Medina (comp.)
Juan Manuel Abal
Medina (comp.). La política
partidaria en Argentina ¿Hacia la desnacionalización del sistema de partidos?
Prometeo Libros: Buenos Aires, 2011, 304 pp. ISBN: 978-987-574-477-6.
El
estudio del sistema partidario argentino se ha convertido en la última moda
para los especialistas en la materia. El consenso académico se ha centrado,
mayormente, en la presencia de profundos cambios en el sistema de partidos
argentino desde el retorno a la democracia hasta la primera década del Siglo
XXI, explicados en torno al concepto de (des)nacionalización partidaria. En
esta línea de investigación, Juan Manuel Abal Medina ha dado un nuevo giro teórico-empírico
con su más reciente publicación: La
política partidaria en Argentina ¿Hacia la desnacionalización del sistema de
partidos?
Lo
interesante y novedoso del libro radica en la inclusión de dos variables de
análisis que funcionan como marco teórico general. En primer lugar, Abal Medina
y Ratto desarrollan y testean en su capítulo la interrelación entre los
sistemas electorales provinciales y el sistema electoral nacional como
determinante para analizar en qué medida la permisividad (proporcionalidad) de
los primeros permite que la competencia partidaria se nacionalice o
territorialice. Son las reglas electorales locales las que permiten o rechazan
la influencia de la competencia por cargos públicos nacionales sobre los
sistemas partidarios provinciales; esto es, que la heterogeneidad de los
escenarios partidarios locales puede ser explicada por el amplio y diferente
abanico de reglas provinciales imperantes.
En
segundo lugar, los capítulos de Bonifacio y Del Cogliano, y el de Cheli, toman
en cuenta la descentralización administrativa y fiscal como condiciones que
incidieron en (y que resultaron necesarias para) la desnacionalización del
sistema partidario argentino. Los dos capítulos centran su atención sobre la
distribución de potestades y recursos entre el Gobierno Nacional y los
provinciales durante los años ’80 y ‘90, y cómo los vaivenes y continuos
cambios en ese período generaron un impacto sobre la modalidad de la competencia
partidaria argentina. Resulta interesante ver cómo los gobernadores pasaron a
convertirse en actores políticos claves, no sólo en la administración y
distribución de recursos públicos, sino también en los procesos de conformación
de alianzas electorales.
La
segunda parte del libro se centra en algunos casos locales. María Laura
Eberhardt analiza los efectos de la crisis de representación de finales de los
’90 sobre los partidos políticos en la Ciudad de Buenos Aires. Toma en cuenta
la inclusión de mecanismos de democracia semidirecta y vaticina en qué medida
la adopción de estas herramientas terminaron afectando gravemente las
estructuras partidarias locales. Martín Astarita también estudia el caso de la
capital argentina, pero analizando específicamente los cambios en la
competencia partidaria local. El autor parte del supuesto que el sistema
partidario porteño, además de diferenciarse del nacional, presenta grandes
disparidades con sus pares provinciales.
Por
su parte, Alejandro Gandulfo compara dos casos del norte argentino: Tucumán y Formosa.
Partiendo de los supuestos de Bonifacio y Del Cogliano, entiende que las elites
de ambas provincias tuvieron resultados disímiles a la hora de separar la
competencia electoral provincial de la nacional. La posibilidad de construir
organizaciones partidarias autónomas dependió, según el autor, de la capacidad
que adquirieron los gobernadores para disponer de recursos económicos y
políticos propios.
Lisandro
Galluci llama la atención sobre las particularidades del caso neuquino, provincia
que tradicionalmente ha sido un rara avis
local gracias al predominio electoral del Movimiento Popular Neuquino (MPN) desde
finales de los ’60 hasta el día de hoy. El autor considera que si bien el MPN
ha dominado el escenario local, en algunos períodos la competencia partidaria
nacional ha influido en la provincial, generando situaciones de gobierno
dividido y, de esta forma, cuestionando la supremacía electoral del oficialismo
local.
Por
último, Mariano Montes destaca la particularidad de la Provincia de Buenos
Aires. Según el autor, el mayor distrito electoral de Argentina no sufrió los
efectos de la descentralización administrativa y fiscal en su sistema partidario
local, pero sin embargo sí se dio cierta desnacionalización de su competencia como
un producto de la crisis de representación y de las decisiones estratégicas
adoptadas por el Partido Justicialista, claro dominador del escenario
bonaerense.
La
publicación constituye, de esta forma, una obra de lectura obligada para los
interesados en estudiar y profundizar sobre la competencia partidaria en
Argentina. No sólo por inmiscuirse en la discusión sobre los cambios en el
sistema de partidos nacional y en los provinciales, sino también porque aporta
nuevos argumentos, elementos teóricos e hipótesis para profundizar su estudio.
Ese es su valor agregado y es el puntapié para seguir avanzando en esta
dirección.
Facundo
Cruz
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