Hoy cambiamos
el eje un poco. El receso de verano nos está dejando escasos de novedades (que
nos interesen, al menos), asique orientamos para la ciencia. Nunca nos falla.
En estas (algo)
extensas líneas comparto la nota sobre el último Congreso Nacional de Ciencia
Política (Edición Deluxe XI) publicada en Revista SAAP Vol 7 Nº 2 (acá ya está y próximamente acá también). De todo ese número, el artículo menos
interesante es el de Leviatán. Pero tiene la fortuna de que al ser la revista
(también) Edición Deluxe, alguno por ahí se confunda y lo lea. Yo se los dejo,
para que no sean menos y se confundan con ellos.
En el cierre hay un llamado. Importante.
En el cierre hay un llamado. Importante.
Aplausos para
el gran Ernesto Calvo por
compilar un excelente número.
FACUNDO CRUZ
Universidad
Nacional de San Martín, Argentina
Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas, Argentina
Universidad
de Buenos Aires, Argentina
cruzfacu@gmail.com
Los
cientistas políticos hemos dedicado grandes cantidades de horas, hojas,
apuntes, libros, clases y seminarios al estudio de las instituciones. Nos hemos
preocupado por entender cómo funcionan, cómo se asientan, cómo se estructuran y
—sobre todo— por qué persisten a lo largo de los años. Y hemos llegado a cierto
grado de consenso al entender que una institución, sea una norma o una
organización, se asienta cuando se le infunde valor, se adopta como propia y
perdura en el tiempo. Como bien mencionara la muy citada referencia a
Huntington (1996: 23) , logramos institucionalizar a través del “proceso por el
cual adquieren valor y estabilidad las organizaciones y procedimientos”.
Pero no nos
hemos quedado en la teoría y el análisis. No nos limitamos a estudiar los
procesos de institucionalización sino que hemos avanzado en su puesta marcha: hemos
podido aplicarlos en la consolidación de la Ciencia Política en Argentina (con
mayúsculas). El XI Congreso Nacional de Ciencia Política “La política en movimiento.
Estados, democracia y diversidades regionales” celebrado en Paraná, Provincia
de Entre Ríos, entre el 17 y el 20 de julio del corriente fue una nueva y
mejorada muestra de los avances de la disciplina en el país.
Desde la
Sociedad Argentina de Análisis Políticos (SAAP), organización sin fines de
lucro que nuclea a los politólogos y profesionales de la disciplina en
Argentina, se ha impulsado la celebración de los congresos nacionales cada dos
años, intentando extender esta consolidación a todos los puntos del país. Siempre
en colaboración con las universidades nacionales y/o privadas y las respectivas
comunidades académicas locales. En esta última oportunidad, la participación de
la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) fue un factor clave y determinante
para que el encuentro resultara un absoluto y rotundo éxito.
Vale la pena,
entonces, el intento de análisis. En estas líneas intentaremos destacar algunos
puntos importantes del XI Congreso, enfatizando en los avances que se han
logrado para el estudio y el crecimiento de la ciencia política, y planteando algunos
desafíos sobre el final.
El
XI Congreso Nacional de Ciencia Política: crecimiento y consolidación de la
disciplina
Como bien ha
destacado Rotman (2010 y 2012) la celebración de los congresos bienales de
ciencia política han oficiado como el espacio de exposición y debate por
excelencia para los cientistas sociales, tanto de las provincias del interior
argentino como de vecinos regionales e internacionales. Esta fortaleza y consolidación
institucional también ha sido destacada por otros especialistas en el estudio
sobre el desarrollo de la ciencia política en Argentina (Bulcourf y
D’Alessandro, 2002; Abal Medina, Leiras y D’Alessandro, 2005).
Esta
institucionalización bien ha respetado una de las máximas huntingtonianas: la
estabilidad en el tiempo. Observando la Tabla 1 podemos apreciar cómo la
celebración de los congresos nacionales ha sido una constante respetada a lo
largo de los años desde comienzos de los ’90.
Tabla 1
Congresos nacionales de ciencia política
organizados por la Sociedad Argentina de Análisis Político (SAAP)
Fuente: Elaboración
Propia en base a Gervasoni (1997, 1999 y 2002), De Luca (2006), Rotman (2010 y 2012)
y SAAP (www.saap.org.ar).
Las actividades del XI Congreso Nacional de
Ciencia Política se realizaron en la sede de la Facultad de Trabajo Social de
la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), alojada en Paraná, capital de la provincia
de Entre Ríos. No es menor que se haya realizado en una ciudad caracterizada por
la calidez de su gente, el rico patrimonio histórico y cultural propio del
centro de la ciudad y la belleza de su costa ribereña (SAAP, 2013). Cabe
mencionar el temor que existía entre los organizadores del congreso en torno a
la posibilidad de desborde del río Paraná (que tan bien viste a la ciudad) y el
potencial de crisis que eso podía generar previo al inicio del encuentro o
mismo durante su desarrollo. No era un temor menor: el X Congreso había sufrido
la furia del volcán Puyehue, cancelándose una importante cantidad de
actividades y provocando la ausencia de importantes invitados internacionales.
Sin embargo, en esta oportunidad las ventajas climáticas fueron favorables y
consideradas con la ciencia política argentina.
Como puntos
destacados del XI Congreso, cabe mencionar algunos importantes. En primer
lugar, se superó ampliamente la convocatoria de asistentes respecto de
encuentros anteriores, estando muy cerca de los 2.000 concurrentes a un congreso
nacional de ciencia política. Incluso, los asistentes representaron las más
variadas procedencias nacionales e internacionales. Fue muy valioso presenciar
el intercambio entre colegas de distintas provincias con pares de Uruguay,
Brasil, México, Chile, Venezuela y España, por mencionar algunos ejemplos. Es
precisamente a partir de estos encuentros e intercambios entre cientistas
sociales que se da la “infusión de valor” a la ciencia: ese agregado valorativo
que mantiene activa la disciplina. La Tabla 3 ofrece un detalle de la
procedencia de los asistentes al XI Congreso, mostrando un aumento de los
concurrentes nacionales pero, sobre todo, de los internacionales.
En segundo
lugar, la concurrencia de invitados y conferencistas internacionales de primer
nivel se mantuvo como norma de estos encuentros. Entre los más de 40 profesores
e investigadores extranjeros y argentinos residentes en el exterior, hay que
destacar a Philippe C. Schmitter[1],
Manuel Alcántara Sáez, David Altman, Daniel Chasquetti (cuatro fieles
concurrentes de los congresos nacionales), Scott Morgenstern, Octavio Amorim
Neto, Adolfo Garcé, Rossana Castiglioni, Leticia Pinheiro, Francisco Panizza,
Lucio Renno, William Connell, Franklin Martins, Fernando Mayorga, Massimiliano
Andretta, Pierre Ostiguy, Víctor Alarcón Olguín, Miguel Saralegui Benito, José
Carreño Carlón, Freddy Mariñez Navarro, José Francisco Viacava Gatica, Juan
Ignacio Criado, Claudia Heiss y Rafael Piñeiro Rodríguez. Estos dos últimos,
cabe mencionar, reforzaron los lazos internacionales de la disciplina: ambos
representan a las comunidades politológicas de sus respectivos países, Chile
(la primera) y Uruguay (el segundo). Entre los argentinos residentes en el
exterior pudimos contar con los excelentes aportes de Ernesto Calvo, Flavia
Freidenberg, Andrés Malamud, Juan Pablo Micozzi, Gabriel Negretto, Diego
Rossello, Javier Franzé, Gonzalo Rojas, Javier Amadeo, Gabriel Vitullo, Javier
Vadell (también fieles seguidores), Tulia Falleti, Isabella Alcañiz, Jorge
Godin, Débora Lopreite, Margarita Batlle, por destacar algunos. A esos nombres
de primer nivel acompañaron profesores e investigadores residentes en el país
de las más variadas especialidades y áreas de estudio, entre los cuales se
puede mencionar a Luis Tonelli, Liliana De Riz, Miguel De Luca, Atilio Borón, Graciela
Fernández Meijide, María Matilde Ollier, Natalio Botana, Oscar Oszlak, Roberto
Gargarella, Luis Alberto Romero, Guillermo Schweinheim, Marcelo Leiras, Marcelo
Escolar, Lucas González, Diana Tussie, Laura Golbert, Germán Lodola, Javier
Zelaznik, Fabián Repetto y Roberto Russell, entre otros.
Es importante
mencionar que el aporte de estos especialistas no se centró únicamente en la
presentación de ponencias y trabajos de investigación, sino que también
coordinaron mesas, organizaron paneles, presentaron libros propios y ajenos, y
participaron de los distintos simposios que se celebraron en esos días. De modo
que el intercambio se dio en un marco de amistad y excelente predisposición
entre todos los colegas politólogos.
Un tercer
punto a destacar es otra máxima de los congresos nacionales: la posibilidad de
que estudiantes de licenciatura de distintas áreas de la ciencia política
puedan exponer sus trabajos. Desde el III Congreso Nacional ha sido una
constante de estos encuentros la concurrencia masiva de alumnos y estudiantes
de distintas partes del país para participar de paneles como expositores de
trabajos individuales o colectivos[2]. En
esta oportunidad se mantuvo el crecimiento constante de paneles de estudiantes,
superando las 30 mesas del encuentro anterior. Mención no menor: varios
asistentes al congreso coincidieron en la buena calidad y el alto nivel de las
ponencias presentadas. Esto muestra un avance considerable en lo que respecta a
la rigurosidad metodológica, la capacidad analítica y la diversidad de temas
tratados por los estudiantes de ciencia política de universidades públicas y
privadas de distintas partes del país. Saldo más que positivo: los paneles de
estudiantes de hoy serán los paneles, simposios y conferencias de próximos
congresos nacionales.
A estas
costumbres académicas acompañaron los ya reconocidos Encuentros Nacionales de
Directores de Carrera de Ciencia Política, Relaciones Internacionales y
Disciplinas Afines con su sexta celebración.También fue importante la convocatoria para presentar libros y revistas
académicas, superando las 40 mesas de presentación de los más variados temas y
especialistas. Se
estableció así un nuevo récord a superar en próximos encuentros, lo que
demuestra el creciente interés de los politólogos argentinos y extranjeros por
compartir las publicaciones entre sus colegas.
Y como bien hay
que reconocer el trabajo académico, el XI Congreso también ofreció una mayor
cantidad de premios a las mejores ponencias en diversas temáticas y áreas de
estudio. Mientras que en el X Congreso se entregaron un total
de 7 premios, en esta oportunidad se repartieron 12, los cuales abarcaron una
multiplicidad de organizaciones intervinientes (nacionales e internacionales),
al igual que distintos reconocimientos que incluyeron, en algunos casos,
estancias de investigación en el extranjero y publicación de los trabajos
premiados[3].
El
salto de calidad: los simposios
El XI
Congreso contó, además, con una novedad respecto de sus anteriores ediciones:
la celebración de más simposios de las más diversas temáticas y áreas de
estudio de la ciencia política. Continuando lo iniciado en el X Congreso
celebrado en Córdoba, se volvió a realizar el Simposio sobre federalismo y
política subnacional, garantizando un completo éxito de convocatoria: 10
paneles y 4 mesas especiales integraron el (sub)encuentro, participando más de
70 personas entre expositores, panelistas y comentaristas de mesas (SAAP, 2013).
Además del
mencionado, también se conformaron otros 9 simposios: Capacidades estatales;
Democracia directa; Los partidos políticos en América Latina; el ya señalado sobre
los 500 años de El príncipe de
Nicolás Maquiavelo; Las políticas exteriores latinoamericanas y los desafíos
del siglo XXI; Política, políticas públicas y evaluación; al igual que uno
sobre los 10 años de gobierno kirchnerista y otro sobre el rol de los
sindicatos en las democracias contemporáneas. A estos encuentros se sumó el
Taller sobre populismo, una de las actividades con mayor convocatoria en todo
el congreso.
Estos
encuentros conformaron una excelente oportunidad para analizar, debatir y
comentar áreas específicas de la ciencia política desde una oferta amplia y
variada. Institucionalmente implicaron un salto de calidad en la organización
del congreso dado que fueron coordinados y organizados por especialistas de
renombre en la materia, y dieron el punto de partida para iniciar (y continuar)
pequeñas comunidades abocadas al estudio de ejes temáticos específicos de la
ciencia política. Todos los simposios contaron con la presencia de prestigiosos
académicos locales y regionales que permitieron ampliar las miradas respecto a los
fenómenos específicos a los que cada uno hacía referencia. De esta manera
contribuyeron a la consolidación de una comunidad de sentido compartido,
actualizaron los debates y revitalizaron discusiones dentro de cada una de las
áreas a las cuales hacían referencia.
De ahí que
todo salto de calidad implique un desafío futuro: lograr que estos primeros
pasos se conviertan en norma estable en el tiempo, manteniendo no sólo su
celebración en congresos futuros sino también potenciando los vínculos
personales y académicos formados para continuar trabajando en los períodos
inter-congreso. Esos son los próximos pasos a seguir.
En la Tabla 2
pueden observarse algunos datos sobre los simposios.
Tabla 2
Simposios celebrados en el XI Congreso
Nacional de Ciencia Política
*Incluye tanto a los
especialistas que brindaron conferencias (de apertura y de cierre) como los que
integraron mesas especiales.
Fuente: Elaboración
propia en base a SAAP (2013).
El
avance de la ciencia política argentina: un llamado a continuarlo
Tal cual se
desprende la Tabla 3, los congresos nacionales de ciencia política organizados
por la SAAP han multiplicado la cantidad de sus asistentes, mesas, paneles,
expositores, invitados internacionales y actividades a lo largo de los años. El
salto ha sido cuantitativo, sin dudas.
Y es ese
avance el que tenemos que aprovechar para potenciar cualitativamente, para
“infundir valor” en el estudio de la política. Como bien indicara un reconocido
politólogo argentino en una clase hace algunos meses, la importancia de la
ciencia política consiste en conformar y consolidar redes. ¿Qué tipo de redes? Primero,
personales: contactos esporádicos entre dos o más (mientras más, mejor) especialistas
en algún área temática particular, cada uno con un saber y un conocimiento
específico que genere sinergia en el intercambio con su par. Luego,
convertirlas en relaciones académicas que persistan en el tiempo, contribuyan a
fortalecer los vínculos y ayuden a formular propuestas proactivas para futuros
encuentros, simposios, congresos y actividades de discusión académica.
De aquí se
desprende un segundo desafío. Como planteamos en el apartado anterior, el salto
de calidad en el XI Congreso fueron los simposios. Estas (sub)comunidades
académicas bien podrían evolucionar hacia grupos de trabajo consolidados y
estables que, en el marco de la Sociedad Argentina de Análisis Político, contribuyan
al estudio de áreas temáticas específicas y focalizadas que analicen fenómenos
y procesos políticos de interés. Lo importante y destacable de esta iniciativa
radica en fortalecer esas redes en períodos entre congresos. De modo tal que la
comunidad politológica siga avanzando y disfrutando de sus logros.
Pero no
solamente cada dos años. Ése es el llamado.
Tabla 3
Los once congresos nacionales de la Sociedad Argentina
de Análisis Político en
números
* La cantidad de ponencias y panelistas no
coincide porque se presentaron trabajos con más de un autor o bien un mismo
autor presentó más de una ponencia. Para los congresos de 2007, 2009, 2011 y
2013 se incluyen las ponencias y los panelistas de los grupos de investigación
incluidas en el CD oficial del evento.
** Para continuar con la serie histórica, en
esta variable no se incluyen las ponencias de grupos de investigación,
modalidad existente a partir del congreso de 2007.
***Los simposios contabilizan únicamente el
marco que se le dio al grupo de mesas unidas bajo un mismo eje temático. Las
mesas que los integraron están contabilizadas dentro de paneles regulares.
Fuente: Tabla actualizada a partir de Rotman (2012). Elaborada en base a Gervasoni (1997, 1999 y 2002); De Luca (2006); Archenti y
Alonso (2008); Rotman (2010 y 2012); y SAAP (1993, 1995, 1997, 1999, 2001,
2003, 2005, 2007, 2009, 2011 y 2013).
Bibliografía
Abal Medina, Juan Manuel, Marcelo Leiras y
Martín D’Alessandro (2005). “Ciencia política en Argentina: el camino de la
institucionalización dentro y fuera de las aulas universitarias”, en Revista de Ciencia Política, Vol. 25, N°
1.
Archenti, Nélida y María Belén Alonso (2008). “VIII Congreso Nacional de
Ciencia Política. Un espacio con nuevas voces”, en Revista SAAP, Vol. 3, Nº 2, junio.
Bulcourf, Pablo y Martín D’Alessandro (2002).
“La ciencia política en la Argentina. Desde sus comienzos hasta los años 80”,
en Revista de Ciencias Sociales, N°
13, noviembre.
De Luca,
Miguel (2006). “Ciencia política en Córdoba capital: un balance sobre el VII
Congreso Nacional de la SAAP”, en Revista SAAP, Vol. 2, Nº
3, agosto.
Gervasoni,
Carlos (1997). “El Congreso de Mar del Plata en números”, en Boletín SAAP, Año 3, Nº 5.
Gervasoni,
Carlos (1999). “Un balance del Congreso de Buenos Aires”, en Boletín SAAP, Año 5, Nº 9.
Gervasoni,
Carlos (2002). “El V Congreso Nacional en Río Cuarto: datos alentadores en
medio de la crisis”, en Revista SAAP,
Vol. 1, Nº 1, octubre.
Huntington, Samuel (1996). El orden político en las sociedades en
cambio, Buenos Aires, Paidós.
Rotman, Santiago (2010). “Los logros de la
ciencia política argentina. El IX Congreso Nacional de la Sociedad Argentina de
Análisis Político en Santa Fe”, en Revista
SAAP, Vol. 4, N° 2, noviembre.
Rotman, Santiago (2012) “La promesa de la
ciencia política, El X Congreso de la Sociedad Argentina de Análisis Político
en perspectiva comparada”, en Revista
SAAP, Vol. 6, N° 2, noviembre.
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Programa I Congreso Nacional de Ciencia Política, “El Malestar en la Democracia”,
Huerta Grande,
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SAAP (1995).
Programa II Congreso Nacional de Ciencia Política, “Globalización, entre el
Conflicto y la Integración”, Mendoza, 1-4 de noviembre.
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Programa III Congreso Nacional de Ciencia Política, “Democracia, Reforma
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SAAP (1999).
Programa IV Congreso Nacional de Ciencia Política, “Desempeño institucional y
Control Democrático a Fines de Siglo”, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 17-20
de noviembre.
SAAP (2001).
Programa V Congreso Nacional de Ciencia Política, “La Primacía de la Política.
Ética y Responsabilidad de los Actores Sociales y Políticos”, Río Cuarto, 14-16
de noviembre.
SAAP (2003).
Programa VI Congreso Nacional de Ciencia Política, “La Política en un Mundo
Incierto: Representación, Gobernabilidad Democrática e Inclusión Social”,
Rosario, 5-8 de noviembre.
SAAP (2005).
Programa VII Congreso Nacional de Ciencia Política, “Agendas Regionales en
Escenarios de Conflicto”, Córdoba, 15-18 de noviembre.
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Programa VIII Congreso Nacional de Ciencia Política, “¿Hacia dónde va la
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Representaciones”, Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 6-9 de noviembre.
SAAP (2009).
Programa IX Congreso Nacional de Ciencia Política, “Centro y Periferias:
Equilibrios y Asimetrías en las Relaciones de Poder”, Santa Fe, 19-22 de
agosto.
SAAP (2011).
Programa X Congreso Nacional de Ciencia Política, “Democracia, Integración y
Crisis en el Nuevo Orden Global: Tensiones y Desafíos para el Análisis
Político”, Córdoba, 27-30 de julio.
SAAP
(2013) Programa XI Congreso Nacional de Ciencia Política, “La Política en
Movimiento. Estados, Democracia y Diversidades Regionales”,
* El autor agradece a María Paula Bertino,
Yanina Bocanera y Gustavo Dufour —Pro Tesorera de la SAAP, Coordinadora General
del XI Congreso Nacional y Tesorero de la SAAP, respectivamente— por facilitar
la información a partir de la cual se pudo elaborar el presente artículo.
También agradece a Carlos Gervasoni, Miguel De Luca y Santiago Rotman, cuyos
artículos sobre congresos anteriores sirvieron de inspiración para desarrollar
estas líneas. Las opiniones, errores y eventuales omisiones son, sin embargo,
responsabilidades del primero.
[1] Quien, al
igual que en otras oportunidades, fuera partícipe de una anécdota muy
interesante en una de las mesas del simposio “A 500 Años de El Príncipe de Nicolás
Maquiavelo” coordinada por el Prof. Tomás Várnagy. El detalle queda a cargo de
los testigos presenciales.
[2] El incentivo
para que concurran estudiantes de grado tuvo su acompañamiento institucional.
La SAAP otorgó 12 becas económicas a estudiantes de distintas universidades del
país para que puedan concurrir al XI Congreso Nacional de Ciencia Política. El
otorgamiento de las becas se hizo en base a la evaluación por parte de un
jurado de las ponencias enviadas por los estudiantes, las cuales debían estar
previamente aceptadas para formar parte del programa del encuentro.
[3] Esto no
hubiera sido posible sin el generoso aporte de distintos politólogos residentes
en el exterior, a la estrecha colaboración entre diversas instituciones
académicas y a la capacidad administrativa y creativa de los organizadores del
XI Congreso que supieron aprovechar los recursos disponibles para ofrecer los
premios a los mejores trabajos. Los premios entregados fueron los siguientes:
Premio María Grossi a la investigación sobre política latinoamericana (gracias
a la donación de Andrés Malamud), Premio Juan Carlos Portantiero a la investigación
sobre partidos políticos (también gracias a la donación de Ernesto Calvo),
Premio Guillermo O’Donnell a las investigaciones sobre política comparada (en
homenaje a la contribución intelectual e institucional del reconocido
politólogo), Premio Martín Lardone a las investigaciones sobre federalismo, relaciones
intergubernamentales y políticas públicas (entregado en conjunto con la
Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad
Católica de Córdoba a la memoria del profesor y amigo de la SAAP Martín
Lardone), Premio a las investigaciones en teoría y filosofía política, Premio a
las investigaciones en Relaciones Internacionales, Premio a las investigaciones
en Estado, administración y políticas públicas, Premio a las investigaciones
sobre género y política, Premio Carlos Floria a las investigaciones en historia
política (en homenaje al reconocido y prestigioso profesor de diversas
instituciones de primer nivel), Premio Alberto Petracca a las investigaciones
en instituciones políticas (en reconocimiento a la labor del destacado profesor
de la Universidad Nacional de Rosario), Premio a la mejor ponencia sobre
partidos y sistemas de partidos en América Latina (entregado en conjunto con el
Grupo de Investigación en Partidos y Sistemas de Partidos en América Latina
—Gipsal-Alacip— y el Instituto de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca) y
el Premio Comunicracia a las investigaciones sobre comunicación política
(gracias a la donación del profesor Mario Riorda).
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