Leviatán
está en su salsa. La vorágine electoral del año nos agotó. Ya estamos hasta la
nunca de #Eleciones2015.
Pero nunca nos pudrimos.
Para
estar a la altura, hoy sale doble. Con salsa picante. Primero, un aporte
audiovisual realizado por Agencia DyN.
Algo temprano y con datos frescos, pero con mucho café encima. Luego, una nota
más profunda con algunas puntas tomadas del mismo video en Bastión Digital
(pueden ver original acá).
Leviatán
tiene cara. Por primera vez. No se asusten. Doña Rosa saluda.
Entrevista
Agencia DyN - Lunes 23 de noviembre de 2015.
Cambiemos
en su territorio
La sorpresa llegó. Algunos la
vaticinaron. Otros la temían. Nadie se animaba a asegurarlo. Cambiemos ganó la
tercera y definitiva vuelta de la elección presidencial. Y Mauricio Macri llegó
a Balcarce
50.
Este cambio de domicilio no
fue solo alegría, positivismo, esperanza o sueños. No fue solo marketing
político. Fue territorio. Fue construcción política. Fue conformar una
coalición electoral sólida, unificada, homogénea (en el discurso, al menos),
con metas claras, objetivos fijados y recursos a disposición para alcanzarlos.
Este crecimiento necesitó de
tres etapas. La primera fue lograr que la UCR (el partido más longevo acuerdo)
aprobara en su convención nacional una estrategia electoral atrevida: acordar
con PRO y CC-ARI, pero sin clarificar qué hacer con Sergio Massa y UNA. La
segunda fue dirimir la fórmula presidencial de manera pacífica. Sin lastimarse.
La tercera fue contener los votos obtenidos en las PASO, en la Primer Vuelta y aumentarlos
para forzar el ballotage.
Pasaron las tres. Un partido
de fútbol con tiempo extra. ¿Cómo lograron llegar al alargue sanos y salvos?
La
conquista del territorio
Tal como indicamos
anteriormente en otro
espacio de debate, por el Sillón de Rivadavia compitieron dos
coaliciones electorales. Cambiemos, por un lado, anclado fuertemente en las
provincias metropolitanas, con mayor peso electoral y mayor alternancia
política en las gobernaciones: los desafiantes al gobierno nacional. El FPV, en
cambio, consolidado en los distritos más chicos y alejados de Buenos Aires, con
menos electores y mayor control del PJ: el oficialismo de turno.
Se armó entonces el partido. Coalición
metropolitana vs coalición periférica[1]. Gibson
y Calvo reeditados, hasta el infinito y más allá.
En el Gráfico N° 1 podemos ver
que estuvo cerca el empate. Si bien en la mayoría de los distritos Cambiemos y
FPV estuvieron pegándose patadas hasta el final, cada uno dominó la pelota en
algunos distritos específicos. Para Cambiemos, Córdoba, CABA, Santa Fe,
Mendoza, Jujuy, y las llamativas San Luis y La Rioja. El FPV no pudo contener
la avanzada con Santiago del Estero, el Noreste y el Sur argentinos, donde tuvo
mejor desempeño.
Gráfico
N° 1. Distribución territorial del voto entre FPV y Cambiemos en
Ballotage. Argentina, 2015.
Entonces, ¿cómo hicieron los
atrevidos dirigentes de Cambiemos para darlo vuelta sobre el final? Lo que
hacen todas los partidos, coaliciones y candidatos: le roban votos a su
oponente. Si prestamos atención a la Tabla N° 1 podemos ver la cantidad de
votos totales obtenidas por las dos candidaturas presidenciales en cada una de
las provincias argentinas y en cada una de las tres elecciones celebradas
(PASO, Primera Vuelta y Ballotage).
Tabla
N° 1. Distribución total de votos en PASO, Primera Vuelta y Ballotage según las 24 provincias
argentinas.
Fuente: elaboración
propia en base a datos suministrados por Cámara Nacional Electoral y Dirección
Nacional Electoral (www.resultados.gob.ar). Los
votos totales para el ballotage
corresponden al escrutinio provisorio (99,17% de mesas escrutadas). La columna diferencia es la resta entre PASO y
Primera Vuelta, y entre ésta y Ballotage.
En línea con lo planteado,
Cambiemos se fue expandiendo sobre el territorio nacional y llegando a algunas
provincias periféricas. Si, la clave fue Córdoba: eso se nota. Pero también Buenos
Aires, Santa Fe (al igual que los cuarteteros
aportaron más o menos 400.000 votos más entre Primera Vuelta y balotage), Entre Ríos, Jujuy y La Rioja.
A medida que crecían, el FPV perdía
votos. Si tomamos en cuenta las distintas columnas que miden la diferencia de
votos entre elecciones, Macri y sus socios perdieron votos en la Primera Vuelta
solo en 3 provincias; Scioli vio menguar sus apoyos en 5 distritos. Incluso, el
FPV sacó menos votos en el ballotage en
dos provincias (Misiones y Formosa). Cambiemos, en ninguna.
Lo más llamativo está en la
columna que indica quién ganó en cada distrito. Los desafiantes pasaron de
ganar 2 distritos en las PASO, a 5 en Primera Vuelta y 8 en el ballotage. No solo conservaron los
propios, sino que, además, llegaron a tradicionales bastiones peronistas: los
ya mencionados Jujuy, La Pampa y La Rioja. Y, salvo el primero donde ganó Massa
en las PASO, los dos restantes fueron arrebatados al FPV, que solo se limitó a
ver cómo las celdas propias quedaban vacías y pasaban a naranja del otro lado
de la tabla.
Unos atrevidos. Porque en todo
el partido estuvieron atrás en el marcador.
Conservar
lo propio y expandirse hacia lo ajeno
Lo dicho hasta ahora quedará
más claro si observamos el Gráfico N° 2 junto con la Tabla N° 2 debajo. En
ambos se detalla el porcentaje de voto que obtuvo cada coalición presidencial tomando
en cuenta las 5 provincias metropolitanas, por un lado, y las 19 periféricas,
por el otro.
Gráfico
N° 2 y Tabla N° 2. Distribución geográfica del voto distinguido
entre provincias metropolitanas y periféricas para PASO, Primera Vuelta y
Ballotage. Argentina, 2015.
Fuente: elaboración
propia en base a datos suministrados por Cámara Nacional Electoral y Dirección
Nacional Electoral (www.resultados.gob.ar). La
proporción de votos para el ballotage
corresponden al escrutinio provisorio (99,17% de mesas escrutadas). La
sumatorio de los porcentajes entre partidos no da 100% debido a que no se
incluye lo obtenido por otras candidaturas presidenciales.
Así, vemos cómo en el ballotage casi que termina en empate. Las
proporciones son casi similares en la columna correspondiente y resaltado en
negrita. Cambiemos obtuvo 55,06% de los votos en las 5 grandes y 44,16% en las
19 chicas; el FPV, a la inversa.
Pero el golpe final viene acá.
Es en la letra chica de la disputa electoral donde se nota el cambio de
estrategia y el empuje para cerrar el partido. Cambiemos no solo aumentó su
caudal de votos en las regiones más pobladas del país dando saltos de a 10% entre
elecciones, sino que además creció enormemente para el ballotage en la periferia: del 28,66% al 44,16%. Esto se percibe
claramente viendo el Gráfico N°2.
Por su parte, los saltos del
FPV fueron menos marcados. En provincias grandes del 2% de PASO a Primera
Vuelta, y de 8% para el ballotage. En
provincias chicas solo creció entre 2 y 4% entre elecciones. Acá puede
detectarse una de las causas de la derrota: no lograron compensar la pérdida de
distritos periféricos obteniendo más votos metropolitanos.
Demasiado tarde. Final del
alargue. Gol de oro.
[1] Las provincias
metropolitanas son Buenos Aires (Ciudad y Provincia), Córdoba, Santa Fe y
Mendoza. Las periféricas son los 19 distritos restantes.
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