13 febrero 2017

#NuevosPapeles Calentando motores: versión 2017

Largaron. Arrancaron. Comenzaron. Dispararon. ¿Empezaron?
Recién va tomando forma. Pero recién recién. Como todos aprenden de Netflix, todas las series tienen una nueva temporada. La de #Elecciones2017 se inauguró ahora. Con una nota en Nuevos Papeles, amigos de distintos lados. Más que nada para ordenar la jungla. Los animales. Ubicarlos en sus ramas, lianas y lagos.
Dos de esos animales despuntan. El gorila y el león. A ver si descubren cuál es cuál.
El resto, acompaña. La pelea es entre grandotes. Y cada uno tiene distintas formas de encarar la selva.
El original, por acá. Gracias a Jesús Rodríguez y Esteban Lo Presti por el espacio.

Calentando motores: versión 2017

Facundo Cruz (@facucruz), Politólogo, Docente e Investigador (UBA)

#Elecciones2017. Lanzaron una nueva temporada. Como cada dos años. No es una historia que se repite dos veces, primero como tragedia y después como farsa…es la misma de siempre. Primero gana un Presidente las elecciones. Dos años después tiene sus elecciones de mitad de mandato. Nunca se descansa.

La versión 2017 tiene algunas particularidades aptas para unos párrafos. Todo sea para fomentar el debate cafetero.

Lo primero para indicar es que el objetivo de las elecciones legislativas de este año es diferente, de acuerdo el actor que se mire. Por un lado, tiene componentes de plebiscito para el gobierno de turno, liderado por la coalición Cambiemos. Plebiscitar la gestión implica que el Presidente Mauricio Macri juega pero no juega. No es esquizofrenia ni histeria. Juega porque sus candidatos impulsarán un discurso de apoyo a las medidas oficialistas. No juega porque su nombre no aparecerá en ninguna boleta de ninguna categoría para ningún cargo en juego. Él se queda en el sillón.

Por otro lado, tiene componentes de ordenamiento de la oposición al gobierno de turno, especialmente para el Partido Justicialista. El PJ dirimirá liderazgo interno, catapultando a quienes pueden entrar en carrera para el 2019 y a quienes se les recomiende, mejor, quedarse en sus provincias, seguros.

Estos objetivos diferenciados, sin embargo, tienen una dinámica de competencia en la que contrastan directamente. La competencia por los cargos no tendrá una dinámica nacional, sino estrictamente provincial, de distrito. Se ponen en juego 127 diputados y 24 senadores nacionales. Ningún Presidente. Ningún Gobernador. Entonces, no hay juego nacional.

Territorio. Territorio. Territorio.

¿Dónde es el contraste?

Si la estrategia de Cambiemos implica plebiscitar la gestión del gobierno, entonces en cada distrito deberán adaptar su discurso e imprimirle cierto sesgo nacional. Tanto en discurso como en propuestas. Y más aún, en sus candidatos.

Para el PJ, en cambio, esta lógica de competencia lo beneficia: cada provincia es un escenario distinto, no implica una competencia entre líderes provinciales. Eso vendrá a partir de noviembre cuando midan votos en asados.

Este cruce entre objetivos partidarios y dinámica de competencia en este 2017 ya puede observarse en los principales actores en juego. Dentro de Cambiemos, para nacionalizar la campaña se ha conformado una mesa de coordinación entre los partidos integrantes del acuerdo. UCR, PRO, CC-ARI y los aliados regionales ya pusieron manos a la obra. Si nos organizamos, ganamos todos: pueden obtener más bancas que las actuales, dado que ponen en juego lo logrado en 2013. De allí la necesidad de consolidarse. Las que tienen por momentos no alcanzan.

La regla de distribución de candidaturas será similar a la consensuada para las elecciones 2015. UCR tiene fortaleza distrital, con lo cual en la mayoría de las provincias sus dirigentes encabezarán las listas. PRO y CC-ARI tiene mayor presencia en los distritos metropolitanos. Cerca de la General Paz. Solo allí tendrá más peso. Partidos complementarios, alianza estratégica le dicen.

Para el PJ, en cambio, la dinámica provincial le ofrece como ventaja postergar el debate por el liderazgo nacional para más adelante, dónde cada uno, pasadas las legislativas versión 2017, sepa con cuánto cuenta para negociar. Cada distrito será un reacomodo de sus partes integrantes, más aún en aquellas provincias donde perdieron el carácter de oficialismo. Por eso, cada vez que abrimos el diario, vemos que el PJ de acá se ordena, el de allá llega a un acuerdo y el de más lejos tiene una nueva figura que nuclea a todos. En Provincia de Buenos Aires se sacan chispas. En San Juan y Salta está todo bien. En Río Negro parece que se amigan.

Muchos pejotas. Ninguna coordinación necesaria (por ahora). Uno de estos puede plantar la piedra fundacional de la reconfiguración. Desde el monstruo bonaerense se pueden llevar todos los flashes. Los titulares. Como en las legislativas de 1987 y de 2001.

Y tal vez, el vacío jugoso del asado.

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