05 octubre 2011

¿Mayoría? en el Congreso Nacional para el 2011-2013/15

Hace algunos días estuve leyendo el blog de un reconocido politólogo (pueden husmear acá) y me dejó picando algo. No me dejaba tranquilo. Y me dí cuenta que no era el único: de repente cundió el pánico. Comenzó a inquietar el potencial mayoritario que puede llegar a adquirir un (casi) seguro tercer mandato del Kirchnerismo (a partir de hoy con mayúscula).

Diego R. dio en dos teclas con su nota: a) no es lo mismo mayoría legislativa que concentración del poder y b) nada asegura que Cristina Fernández tenga la mayoría garantizada durante la totalidad del próximo mandato.

Yo quiero retomar de la b) porque me parece que hay mucho para desmenuzar. Otro colega bloggero me dio el pie para vaticinar en base a cálculos realizados sobre los resultados en las primarias y teniendo en cuenta nuestro proporcional sistema de asignación de bancas D’Hont.

Según sus cálculos, el Frente para la Victoria obtendría 78 diputados nacionales (21 sobre 35 corresponderían a la Prov. de Bs As, dato para nada menor), muy lejos de los 17 de la UCR (más aliados locales) y los 9 del Frente Amplio Progresista (Partido Socialista y aliados progresistas locales más chicos). Los demás, relegados.

Este número dejaría al FPV muy cerca del quórum propio y, a los demás partidos, sin trabajo por dos años. A sus legisladores en realidad.

Pero acá es donde el vox populi, creo yo, exagera en demasía. Tomemos la Cámara Baja como caso de análisis. El hecho de que 78 diputados ingresen al Congreso Nacional en la boleta del Kirchnerismo no implica necesariamente 1) que pasen a formar parte automáticamente del bloque de diputados del FPV y 2) que, de hacerlo, mantengan la disciplina partidaria/legislativa o que permanezcan cuatro años en ese mismo grupo.

Un poco de claridad. Hoy podríamos afirmar que los altos niveles de aprobación personal de la Presidente, la positiva valoración que se hace de la gestión actual y los negativos índices que reciben distintas figuras de la oposición política generan condiciones de beneficio neto para todos los que adhieren al Kirchnerismo. Es un juego de ganar-ganar: suma adhesiones el Gobierno Nacional y consiguen cargos públicos sus aliados. Hoy paga (muy bien) ser oficialista.

Sin embargo, los legisladores argentinos no responden, generalmente, a la Presidencia de turno sino que les deben sus cargos a los líderes locales del partido gobernante[1]. Es decir, los gobernadores. Sean del color que sea.

Son ellos los que deciden quiénes ingresan en las listas, qué lugar ocupan y qué posibilidades de progresión/regresión futura tienen, de acuerdo a su comportamiento legislativo durante el mandato que les toca (al menos así ha sido el comportamiento político desde el retorno democrático). Con lo cual, mañana ese quórum propio del que hablábamos antes podría no ser tal.

Básicamente porque las relaciones que estructuran la política argentina diaria no son Presidente-legisladores, sino Presidente-gobernadores. Y estos vínculos son más bien pendulares.

Por eso es que a futuro deberíamos tener en cuenta ciertos factores para pensar en posibles cambios en las mayorías legislativas.

En primer lugar, el maratónico calendario electoral del 2011 obligó al Poder Ejecutivo Nacional a pactar con todos los gobernadores candidaturas y recursos fiscales suficientes para que todos se aseguraran reelecciones tranquilas. Mal le fue a muy pocos: sobre 24 distritos, 8 gobernadores lograron su reelección, 3 incumbents obtuvieron victorias y 7 oficialismos provinciales tienen altas chances de continuar la senda ganadora a partir del 23 de octubre (de esto ya habíamos anticipado algo acá).

Hoy están todos contentos. Pero la necesidad (posible) de un ajuste en los próximos años, más el agotamiento de los recursos públicos, pueden forzar a los gobernadores a tomar medidas económicas drásticas (las mal recordadas “cuasimonedas”) o a recurrir al Gobierno Nacional, condicionando el apoyo de sus legisladores en el Congreso. El péndulo.

En segundo lugar, la sucesión presidencial puede agregar un poco de picante a las relaciones Presidente-gobernadores. Cristina Fernández está impedida constitucionalmente para presentarse a un tercer mandato consecutivo. Y, siguiendo con la lógica de construcción de poder político en Argentina, más de un Gobernador (hoy Kirchnerista, mañana no se sabe) querrá anotarse en la carrera del 2015. De nuevo las condiciones, de nuevo el péndulo.

En tercer lugar (un poco menos probable y algo colgado), puede ocurrir que el Kirchnerismo tropiece con la misma piedra dos veces. Para los memoriosos: la famosa Resolución 125 desarmó la base de alianzas sectoriales que había construido el Kirchnerismo y arrastró el amplio capital político-electoral conquistado meses atrás.

Otra 125 puede pasar. Como puede que no. No podemos hacer futurología desde la Ciencia Política. Pero…nunca se sabe.

Cerrando ya. Nada garantiza la construcción de mayorías legislativas. No podemos sacar cuentas sin considerar el cálculo político individual de los diputados electos. Solo podemos estimar tentativamente.

Y aprovechar que el resultado está cantado.



[1] Basta es la bibliografía que ahonda sobre el tema. Jones, Saiegh, Spiller y Tommasi (2002); Levitsky (2005); De Luca, Jones y Tula (2006); Leiras (2007); Lodola (2009), y la lista sigue.

6 comentarios:

  1. Como le va Leviatan. Gracias por la referencia. Coincido que nada garantiza que los electos se sumarán automáticamente a los bloques. De hecho en mi estimación le doy dos (Rivas y Raimundi) que entrarían en la boleta del FpV en Provincia de Buenos Aires al bloque Nuevo Encuentro (aunque cierto sociólogo no está de acuerdo). Mas del resto -si bien no estaría mal chequear caso por caso- veo difícil que no se quieran sumar, teniendo en cuenta cómo se confeccionaron las listas de legisladores del FpV en esta elección, probablemente buscando atenuar el impacto de "las relaciones que estructuran la política argentina". Basta recordar La Pampa y Córdoba como casos donde los dirigentes locales pudieron hacer poco por imponer sus candidatos. En cuanto a si los bloques serán estables o disciplinados, concuerdo que nada lo garantiza, que siempre hay un equilibrio de fuerzas, mas en un escenario de ajuste sospecho que la Nación está en mejores condiciones de imponerles a las Provincias su agenda que viceversa.

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  2. Oh gran Andy, un placer verlo pasar por estos pagos. Claro que la referencia a su espacio de debate digital es más que obligada, considerando el atractivo que tiene para todos los que nos apasionamos con elecciones, datos, políticas y Política.
    Respecto a sus comentarios, estoy de acuerdo en los puntos que remarca. Incluso al momento de escribirla pensé en los casos de La Pampa (lo conozco en profundidad por contar con familia por allá) y Córdoba. Lo que igual me generaba cierto impedimento a sustentar la tesis de la "mayoría automática" o la muy errada "concentración del poder K" es que dejan de lado los cálculos individuales puramente racionales de los legisladores. Hoy en día paga bien ser oficialista, mañana en un escenario cambiante tal vez no.
    Sino imaginemos cuántos legisladores, funcionarios y referentes políticos que eran K en octubre de 2007 rompieron en marzo de 2008 por la 125. La misma coalición oficialista se quebró, por el solo hecho de un cambio de vientos. Es algo a considerar.
    Es cierto que en escenario de ajuste, Nación impone y provincias acatan. Pero tal vez los gobernadores condicionen el apoyo de legisladores (ya sean suyos o recuperados) a condiciones que los favorezcan.
    Va a ser un toma y daca que seguramente habrá que analizar caso por caso. Las generalizaciones, lo sabemos, no suelen ser buenas.
    Espero verlo seguido. El suyo no me lo pierdo nunca.

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  3. Facu, coincido con una de las ideas de Andy. La Pampa y Cordoba son dos ejemplos claros de que el supuesto control del armado de la lista de diputados por parte de los gobernadores ya no aplica tan facilmente. Pero además, tenés otras provincias en donde desde hace rato "porotean" locales y nacionales en el armado. Se da una paradoja, creo yo: aumentó la desnacionalización de las etiquetas y alternativas que compiten, pero hay más injerencia nacional en el armado de las listas.

    Por lo demás, 'toy de acuerdo; Amén si consideramos que surgirán disputas por la herencia!

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  4. Diego, que bueno que pasaste por acá.
    Coincido totalmente con ambos en que La Pampa y Córdoba rompieron (parcialmente) la tesis aceptada del control local de las listas para legisladores nacionales. Es cierto, totalmente. Es más: me llamó mucho la atención como una Provincia tradicionalmente peronista como LP dejara que el naranja humanista copara la parada. Raro.
    Pero no se que tanto se va a convertir eso en norma de acá a los próximos años. Me parece que el oficialismo hizo pesar mucho el hecho de las encuestas. Subirse al carro ganador.
    El "poroteo" sí se está convirtiendo en norma. Otro punto tuyo.
    Lo que me sigue haciendo ruido es que luego, a la hora de votar las leyes que son pesadas y necesitan buen back-up legislativo, el Ministro del Interior, el Jefe de Gabinete, el Ministro de Planificación y los secretarios llaman a los gobernadores. A eso no hay vuelta que darle.

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  5. Buenas sumándome a las proyecciones, creo que será fundamental analizar el impacto de las primarias en el disciplinamiento partidario. Las dos medidas que se adoptó con la reforma para reducir el número de candidatos, afiliados y umbral de 1,5% de las primarias, reducirán el número de candidatos que deciden "correr por afuera" de la estructura partidaria. Menos partidos facilitan generar mayorias en el congreso más estables.
    Hace unos días escribí algo sobre el impacto en las candidaturas presidenciales (http://www.argentinaelections.com/2011/10/el-efecto-reductor-de-la-reforma-candidaturas-presidenciales/) ahora me iba a poner a ver en la legislatura, Facu tu artículo es una buena herramienta para comenzar a pensarlo. Saludos!

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  6. No sé bien, del mosaico actual de diputados, cuántos quedan inexorablemente y cuántos pueden o no ser reelectos en cada partido.Sólo con este dato uno puede jugar con pronósticos confiables o no. A mis 83 a.me dediqué siempre más a la Ingeniería que a la Política y es obvio que no culpo a nadie!! Gracias si los expertos me aclaran.
    Soy Hugo Roqué.

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